Cuanta razón tenía Ortega y Gasset cuando sentenció aquello de "Yo soy yo y mis circunstancias". Y es que cada ser humano es único e irrepetible, o al menos eso hemos escuchado siempre. Pero de lo que no me cabe duda es que cada uno de nosotros somos lo que somos por todo cuanto nos ha acontecido en la vida, por el lugar donde hemos vivido, por la familia que nos ha arropado siempre, por los amigos que nos ayudaron a crecer y a afrontar los retos de la vida.
Yo tuve la suerte de nacer en un pueblecito malagueño llamado Algarrobo con unas preciosas calles que me vieron crecer desde pequeño y que acogieron mis continuos juegos y travesuras infantiles. Travesuras infantiles que viví de la mano de extraordinarios amigos que me abrieron las puertas del mundo real y me enseñaron a defenderme de las adversidades de la vida. Personas entrañables que me mostraron el valor de la lealtad, de la amistad, del honor y la solidaridad.
También he tenido la suerte de compartir muchos momentos de mi vida en Mezquitilla lugar en el que he vivido las épocas de verano durante 28 años. Y parte indisoluble de mí forman su olor a marismo, la majestuosidad y belleza del mar que baña sus playas y el reflejo cobrizo de la luna llena en sus noches estivales, la claridad de sus días con su enigmático horizonte y la familiaridad de sus vecinos. Creo que todos esos apectos han contribuido a que una parte de mi personalidad sea un poco marenga, pero sobre todo que yo me sienta así y tenga el convencimiento de serlo.
Comencé mis estudios de Educación General Básica (EGB) en 1982 en el Colegio Público "José Gil López" cuando este centro se encontraba en los antiguos grupos escolares. Jamás olvidaré el inconfundible sonido de la multicopista cuando a golpe de manivela imprimía una copia tras otra, o las manchas de tinta que su cliché dejaba en los dedos. Tampoco olvidaré nuestros paseos semanales hasta la Iglesia para recibir las clases de religión, lloviese o tronase, sin remedio alguno. En 1989 cursé la segunda etapa en el colegio de Trayamar, lo que hoy día es el Instituto de Secundaria "IES Trayamar", para despues continuar mis estudios en el mismo centro, que entonces se denominó Extensión del I.B. "María Zambrano" de Torre del Mar con el orgullo de formar parte de la primera promoción ESO (Educación Secundaria Obligatoria) con la recién llegada LOGSE en 1992.
Terminada la educación obligatoria, continué mi formación en el IES "Miraya del Mar" de Torre del Mar donde cursé la modalidad del Bachillerato de Ciencias de la Salud hasta el año 1996 cuando accedí a la Universidad de Málaga.
Tras dos años de estudios de Ciencias Biológicas, decidí dar el salto a Magisterio donde terminé de cursar la especialidad de Primaria en 2001. En el año 2003 me presenté a las oposciones de Magisterio por la especialidad de Infantil aprobando el procedimiento y siendo destinado de manera provisional al CEIP "José Gil López de Algarrobo". Tras dos años en el colegio de Algarrobo obtuve destino definitivo en Jubrique, un pequeño, adorable y acogedor pueblecito de la Serranía de Ronda donde estuve destinado hasta 2008, año en el que tuve la suerte de obtener destino definitivo nuevamente en el colegio de Algarrobo.
Siempre he procurado ser una persona participativa, comprometida con mi municipio y por eso he pertenecido a asociaciones como A.N.A.T. (Asociación Naturalista Amigos de la Tierra) donde desarrollábamos campañas de ayuda al Medio Ambiente y compartimos imborrables recuerdos de convivencia en los parajes naturales de nuestra sierra.
También me ha gustado el deporte, y en especial el fútbol (aunque era mayor mi constancia y esfuerzo que mi calidad). Para practicarlo llegué incluso, junto con grandes amigos, a tener que desplazarme con apenas 10 años hasta Torre del Mar haciendo autostop para formar parte de su club deportivo y poder entrenar en el campo de fútbol que había tras el cañizal que existía al final del paseo, pasado el faro. Hasta que en Algarrobo se reconstituyó el club de futbol. A partir de ese momento tuve la oportunidad y la suerte de estar federado en cadetes y juveniles y defender el escudo y el nombre de mi pueblo por numerosos lugares de la provincia.
Mi pueblo (Algarrobo, Mezquitilla, Algarrobo-Costa y Trayamar) ha sido siempre mi pasión. Para mí, cada rincón, cada calle, cada átomo que lo constituye representa una historia, encierra un pedazo de todos los algarrobeños y algarrobeñas que han vivido a lo largo de la historia en nuestro municipio y que de una forma u otra nos han dejado un legado hasta el día de hoy que debemos conservar.
Su historia es nuestra historia, quienes somos, lo que somos, se lo debemos a quienes nos precedieron en estas tierras. Conocer nuestro pasado nos ayuda a entender nuestro presente, pero lo que es más importante, nos ayuda a construir nuestro futuro. Por eso, en este momento de mi vida, he decidio dar el paso de participar activamente, desde la primera línea, en la vida política de Algarrobo. Porque creo que puedo aportar un poco de mí a mi pueblo y sus gentes; pero y sobre todo, porque creo que la mejor herencia que le puedo dejar a mis hijos es un municipio lleno de oportunidades y del que puedan sentirse orgullosos de formar parte.
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