Atrás queda el domingo. Aún permanecen algunos coletazos de las palabras del Ministro de Fomento Pepe Blanco en los medios. El Foro Socialista del Litoral se ha constituido, y ahora comienza el trabajo de verdad. Aún así han pasado días de reflexión, de trabajo tratando de plasmar en unas palabras lo que significan para nosotros las ciudades y los pueblos del litoral. Pero sobre todo de contaros a los ciudadanos lo que queremos de nuestros pueblos, lo que esperamos que algún día sean nuestros municipios.
El litoral de nuestra provincia es muy amplio y diverso, de eso no nos cabe duda, pero nuestro reto es potenciar aquello que nos une frente a lo mucho que nos separa. Para avanzar, para crecer, parta progresar, lo importante es unir esfuerzos, buscar aspectos comunes, similitudes y solidaridad entre nuestros pueblos.
Doscientos kilómetros de litoral que albergan municipios muy diversos, con potenciales diferentes, riquezas distintas, pero con una denominación común “Costa del Sol” y un nexo común, el mar. En la jornada del domingo escuchamos una propuesta muy interesante, una invitación a cambiar la concepción actual de nuestros pueblos y ciudades: “Hagamos pueblos y ciudades que miren al mar”. Recuperemos este espacio para el ocio, para el esparcimiento, para compartir con los demás, o simplemente para hacerlo parte de nuestras vidas y de quienes nos visitan.
Hagamos de nuestro mar un espejo que refleje la belleza de nuestra tierra, de nuestros pueblos y nuestras ciudades. Porque nuestro litoral no es sólo playa o sólo turismo. Nuestro litoral también es deporte, es salud, es ciudadanía, es solidaridad y es vida.
Yo quiero un pueblo con corazón, productivo e innovador, abierto al mar, dinámico y cultural, pero sobre todo sostenible, transparente y lleno de oportunidades. Y tengo el convencimiento de que algún día podré disfrutar de este Algarrobo porque como escribe Coelho en su afamado El Alquimista “cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño”.
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Hagamos de nuestro mar un espejo que refleje la belleza de nuestra tierra, de nuestros pueblos y nuestras ciudades. Porque nuestro litoral no es sólo playa o sólo turismo. Nuestro litoral también es deporte, es salud, es ciudadanía, es solidaridad y es vida.
Yo quiero un pueblo con corazón, productivo e innovador, abierto al mar, dinámico y cultural, pero sobre todo sostenible, transparente y lleno de oportunidades. Y tengo el convencimiento de que algún día podré disfrutar de este Algarrobo porque como escribe Coelho en su afamado El Alquimista “cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño”.